Autor: Alexiel Riquelme
Categoría: Pintura
Cada
cierta cantidad de tiempo, el arte nos despedaza con sádicos
demiurgos creadores de mundos pictóricos, que nos enfrentan a
aquello que odiamos y nos da miedo ver, a nosotros mismos, sin
máscaras, enfrentados a nuestros espejos personales. Dentro de este
tenor, nuestro país ha dado acogida a diversos pintores, que por las
repercusiones de sus obras y las emociones que crean en sus
espectadores -sensaciones de angustia cósmica acompañada por un
aura de innaturalidad y enajenamiento de todo aquello que pueda
llegar a considerarse sacrosanto—, no los podemos considerar artistas
sino fábricas-de-pesadillas-con-pincel (tal es el caso del "Pintor"
estadounidense apellidado Pickman, que fue avistado por última vez
cuando se dirigía en bote a un desolado islote una noche de San
Juan). Pero malas semillas nativas también encontramos en territorio
nacional, como es el caso de un emblemático pintor apócrifo
apellidado Chobart; pero si de transmitir desesperación y angustia
nacional se trata, nos quedamos con nuestro compatriota Alexis López,
tristemente célebre (además de por sus pinturas que estimulaban
fácilmente la sensación de nudos opresivos en el pecho) por haber
tallado símbolos alquímicos y otros de remotísima antigüedad en
los huesos de 60 mujeres (después de llorar en su regazo pidiéndoles
que por favor lo perdonaran y luego asesinarlas con cuchillos
desafilados para posteriormente quedarse dormido en los bellísimos
diseños circulares que realizaba con los huesos sobre el suelo de la
parcela de sus abuelos en Huincacara).
Lo
macabro de estas pinturas hechas con tinta sobre burdo papel de
cuaderno es, según las palabras del autor, porque intentaba
desahogar su angustia ya que según él, al haber nacido sin alma, ni
siquiera se iría al infierno (con el cual sus fanáticos padres lo
atormentaron desde pequeño). A continuación, los cuadros más
desesperantes del pintor que instauró la puesta en vigencia
nuevamente de la pena capital en nuestro país.
Nota
aparte: el pintor, a la hora de entregarse voluntariamente, declaró
que el ritual era una antigua forma de otorgarle alma propia a los
golem.
Además de gustarme los cuadros. Debo admitir que me gusto lo escrito.Supo bien, el Alexis, como traer a pintores, salidos de distintas mentes, y colocarlos en un mundo totalmente fictisió. Alexis tiene esa peculiaridad. En fin saludos os dejo
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